Conozcan a los futuros ganadores del Oscar a Mejor Actriz y Actor Secundarios de este año.
Creed
★★½
(Creed: corazón de campeón)
USA: 2015, 133 min.
Clasificación: B
Director: Ryan Coogler
Guión: Ryan Coogler, Aaron Covington.
Con: Michael B. Jordan, Sylvester Stallone, Tessa Thompson, Phylicia Rashad
Drama. Deportes.
Creed es el derivado de Rocky que más se acerca al original. Esta es una gran noticia para todos... excepto para los que detestamos Rocky. Personalmente creo que es de las películas más sobrevaloradas de todos los tiempos, pero creo que soy minoría. Ryan Coogler hace un remake spin-off que moderniza lo mejor y lo peor que tenía para ofrecer esta franquicia: un protagonista cuyas únicas dos cualidades son ‘buena gente’ y ‘boxeo’; una magnífica pelea final (y una aún más impresionante pelea central, filmada en una sola toma)... y lo demás son 100 minutos de relleno melodramático, intrascendente y aburrido. Igual que en la original. Yay.
Michael B. Jordan se entrega en cuerpo y alma, pero no puede competir contra un guión que lo limita a estereotipos. Podrá ser una ‘buena persona’ pero esto no hace su historia interesante. De hecho, la real estrella del show sigue siendo Sylvester Stallone, en su séptima aparición como Rocky Balboa. Su interpretación le ganará un Oscar Honorífico. Es una actuación matizada y conmovedora, un real testimonio a su magnetismo y carisma… pero, realmente, el actor no debe hacer mucho. Basta con quedarse de pie y la nostalgia hace el resto del trabajo. Más o menos lo mismo ocurre con el resto de la película: si eres de los que estima la franquicia de Rocky, Creed es definitivamente para ti.
The Danish Girl
★★½
(La chica danesa)
USA: 2015, 119 min.
Clasificación: B
Director: Tom Hooper
Guión: Lucinda Cox
Con: Eddie Redmayne, Alicia Vikander, Matthias Schoenaerts, Amber Heard, Ben Whishaw, Sebastian Koch
Drama. Histórico.
The Danish Girl es un agradable aunque excesivamente convencional retrato de Lili Elbe, originalmente Einar Wegener, una pionera en la cirugía para cambiar de sexo. La historia es interesante, pero el reiterativo guión de Lucinda Cox carece de fuerza. La escritora se empeña en seguir la fórmula del biopic: intenta dar antecedentes al comportamiento de Einar, limita TODA su caracterización en torno a la transexualidad, e intenta enfocarse en todo al mismo tiempo. Además, ni ella ni el director Tom Hooper profundizan en los asuntos verdaderamente complicados (¿qué ocurre con su matrimonio cuando ambas son mujeres? ¿realmente cómo fue la vida de Lili en el periodo de transición?) y se limitan a tratar los temas superficialmente, hasta el punto en que se vuelve un gran melodrama.
Eddie Redmayne aporta gracia y sutileza a la forma en que Einar se transforma en Lili, aún cuando su personaje es completamente unidimensional. Alicia Vikander (futura ganadora al Oscar como actriz secundaria a pesar de ser la incuestionable protagonista del filme) hace maravillas para crear profundidad emocional en Greda, la esposa de Einar. Una mirada de Vikander escribe más sobre el personaje que las decenas de páginas de Cox, repletas de la mismas líneas: “estoy preocupada por mi esposo”, “esto es muy difícil”. Ella --aún más que los magníficos vestuarios y los estilizados sets-- es lo único que mantiene a flote toda la película cuando amenaza en convertirse en una telenovela. Creo que esta historia merecía un mucho mejor acercamiento.