lunes, 2 de noviembre de 2015

Bridge of Spies

★★★


(Puente de espías)
USA: 2015, 136 min.
Clasificación: B
Director:  Steven Spielberg
Guión:  Matt Charman, Ethan Coen, Joel Coen
Con: Tom Hanks, Mark Rylance, Austin Stowell, John Scott Sheppard, Amy Ryan, Sebastian Koch, Alan Alda, Dakin Matthews.
Thriller. Drama. Histórico.




Steven Spielberg es conocido por dos cosas: sus divertidos blockbusters y sus dramas lacrimógenos. Bridge of Spies se encuentra, sorprendentemente, en un punto intermedio. Es como el hijo de Munich y Catch Me If You Can, aunque nunca consigue balancear ambos tonos: a veces resulta muy seria y otras demasiado ligera. Aun así, el resultado es entretenimiento ameno y técnicamente impecable.


Rudolf Abel (Mark Rylance) es capturado por la CIA, acusado de ser un espía soviético. El gobierno estadounidense le encomienda su defensa al respetado abogado Jim Donovan (Tom Hanks), para demostrarle al público su interés por la justicia (una farsa).  La película sigue todo el involucramiento de Donovan en el caso de Abel: desde su fracaso en el primer juicio, hasta el momento en que --cuando un piloto estadounidense es capturado--, la CIA le encomienda negociar un intercambio de hombres, completamente secreto, en la recién dividida Berlín.




Aunque la historia real es fascinante, genera una estructura algo desenfocada para una película A veces parece que  el guionista Matt Charman (que recibió ayuda de los hermanos Coen) intenta estar en todas partes. Esto disminuye la tensión en la segunda mitad y  genera episodios poco interesantes. Particularmente, el filme palidece cuando Donovan y --en especial-- Abel no están en pantalla.


Hanks está muy correcto como Donovan (toda comparación con James Stewart es adecuada). Su encanto e incorrompible sentido de la moralidad, hacen un personaje con el que es fácil empatizar. Extrañamente, la película lo pone muy pocas veces en peligro, lo que, de hecho, hace que nos preocupamos menos por él de lo que deberíamos. Intuimos que nada malo va a pasarle. Quien sí nos importa es Abel. Su presencia es un misterio: parece bondadoso y brillante, no un peligro, y Mark Rylance, en una implosiva y muy matizada interpretación, se roba toda la película.


De hecho, uno de los puntos más interesantes que aborda la película es la diferencia entre URSS y USA. Spielberg parece sugerir que, realmente, lo único que los distinguía era el bando, pues ambos luchaban con sentido patriótico. Ambos lados tenían gente honorable, gente deplorable y todos los puntos intermedios. Donovan y Abel son las pruebas claras. No obstante, en vez de ahondar sutilmente en este planteamiento, Spielberg conjura varias escenas que abusan de obvias (un par de paseos en tren son el ejemplo más desesperante).


Mínimo nomínenlo al Oscar. Por favor.


Sin manipulación no hay Spielberg, dicen. Y, como en todas sus películas, su equipo detrás de cámaras es excelente.  La recreación histórica es elegante y ambienta muy bien a la historia (gran colaboración entre el diseñador de producción Adam Stockhausen, la vestuarista Kaisa Walicka-Maimone y el equipo de efectos visuales). El estilo típico de Janusz Kaminski genera un ambiente noir muy apropiado. Y la música de Thomas Newman canaliza al tradicional John Williams, aunque no es un trabajo memorable.


Varios han llamado a Bridge of Spies una entrega menor en la obra de Spielberg. Para mí es una especie de cierre a la trilogía (imaginaria) que empezó con War Horse y Lincoln, en la que se dedicó a contar historias pequeñas dentro deguerras grandes. Es cierto que le falta el aura de urgencia que tienen sus mejores dramas, o el ritmo ágil de sus blockbusters. Sin embargo, es un gran homenaje al cine clásico, contado con claridad, un estilo elegante, y atención al detalle. Recomendada.


Lo Mejor: Mark Rylance debería estar nominado al Oscar. Excelente diseño de producción y vestuario. La escena inicial es magnífica. Inesperado y cálido sentido del humor. Los estadounidenses no son retratados como héroes indiscutibles.


Lo Peor: Intenta cubrir mucho y a veces pierde el foco. Los momentos de mayor seriedad son demasiado escasos, y se sienten fuera de lugar. Algunos comentarios sociales, aunque bienintencionados, son demasiado manipuladores y obvios. The standing man too much.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Sicario

★★★ ½


(Tierra de nadie: Sicario)
USA: 2015, 121 min.
Clasificación: B15
Director:  Denis Villeneuve
Guión: Taylor Sheridan
Con: Emily Blunt, Benicio del Toro, Josh Brolin, Daniel Kaluuya, Maximiliano Hernández, Victor Garber
Thriller. Crimen. Drama.



Lo siento por Actividad Paranormal y Crimson Peak, pero, en realidad, el estreno más aterrador de la semana es Sicario. El director Denis Villeneuve construye una tensión casi insoportable sobre el impredecible guión de Taylor Sheridan. Juntos, ofrecen una exploración fascinante y perturbadora sobre la guerra contra el narcotráfico y los cuestionables métodos de combate de todos los involucrados. Conforme avanza la película, vemos, horrorizados, cómo desaparece la delgada línea entre el bien y el mal.
Kate Mercer (Emily Blunt) es una inquebrantable agente del FBI que acepta participar en una operación inter-departamental en la frontera, para detener al cartel que ha asesinado a varios de sus hombres. A cargo están el inusualmente relajado Matt (Josh Brolin) y el misterioso Alejandro (Benicio del Toro). Sus métodos pronto harán que Kate cuestione su propio sentido de la justicia y la moral. ¿Se necesita rebasar los límites de lo ‘correcto’ para lograr un resultado?

La película gira en torno a varias de las misiones que poco a poco irán rompiendo a Kate. La extracción en Ciudad Juárez y la persecusión entre túneles son particularmente memorables. Villeneuve es un maestro del ambiente y el suspenso, y sabe estirar un momento hasta sus límites (como hizo con la magnífica e infravalorada Prisoners). No tiene piedad y no se molesta con suavizar o apartarse de la violencia. La frialdad con la que contempla algunas de las escenas puede resultar demasiado para algunos, pero es correcta para este tipo de material.


A su apoyo está un magnífico equipo técnico. El legendario Roger Deakins (que inexplicablemente no tiene un Oscar) vuelve a hacer una fotografía maravillosa: sus composiciones son cuidadosas, sus movimientos de cámara son completamente narrativos y su uso de luz natural es excelente para generar un ambiente hostil y cálido. Le agradezco que haya evitado los clichés del género (exceso de shaky-cam, demasiado grano) y aplaudo en particular sus tomas en helicóptero, que avanzan como un mal augurio.

Gran parte de esta sensación también viene de la música de Johann Johansson. Atrás quedó su melódico score para The Theory of Everything. Aquí, genera un sonido discordante y amenazador que se integra perfectamente al detallado y evocativo diseño de sonido de Tim Ozanich. Además, el editor Joe Walker mantiene un ritmo ágil y angustiante, sin necesidad de recurrir a cortes vertiginosos y confusos. El resultado es una mezcla de imágenes y audio que  incomodan a la audiencia y la meten por completo en la historia.


Y, en el centro de todo, están los personajes. Emily Blunt está excelente como Kate: refleja el derrumbe de una mujer fuerte, que ha perdido la seguridad en todo lo que creía. Funciona como una especie de avatar de la audiencia, que, igual que ella, estamos sorprendidos y paralizados por la crueldad de la batalla. Es una interpretación conmovedora, no obstante, a veces resulta demasiado ingenua e inactiva para ser la protagonista.

Benicio del Toro nunca había estado mejor (ni siquiera en Traffic, por el que ganó un --en mi opinión-- inmerecido Oscar). Es un personaje increíblemente oscuro y atormentado, y su forma de actuar parece, al principio, incomprensible. Del Toro es capaz de mantener nuestra atención y, con sólo una mirada, detener nuestros corazones. Josh Brolin también ofrece una buena interpretación, (aunque tiene menos oportunidad de lucirse como su compañero),  y Daniel Kaluuya aporta un agradecido paréntesis cómico.

Sicario es un thriller de primer nivel, impredecible y tenso, dirigido con maestría y cuidado técnico. No es para todo mundo, aunque cualquier cinéfilo debería hacer el intento de resistirla. El golpe te dejará sacudido por horas (y días), pero, definitivamente, sólo se puede decir eso de las mejores películas. Y esta es de las mejores de 2015.



Lo Mejor: Devastadora dirección de Denis Villeneuve. Emily Blunt y --en especial-- Benicio del Toro. El guión explora las áreas grises y se niega a distinguir entre ‘buenos’ y ‘malos’. Voy a tener pesadillas con la música de Johann Johansson. Grandes trabajos de fotografía, edición y sonido que no llaman la atención sobre sí mismos.


Lo Peor: Kate pudo ser un protagonista más activo. La subtrama en México se siente redundante y algo manipuladora. Te drena emocionalmente (lo digo como un cumplido)


Paréntesis: Aunque es excelente, no creo que sea el mejor trabajo de Roger Deakins (esos serían --para mí-- No Country for Old Men, Skyfall y O Brother, Where Art Thou?). Aun así, a estas alturas, sólo quiero que gane un Oscar y ya no me importa por qué película.