domingo, 5 de noviembre de 2017

Thor Ragnarok - Reseña

★★ ½
USA: 2017, 130 min.
Clasificación: B
Director: Taika Waititi
Guión: Eric Pearson, Craig Kyle, Christopher Yost
Con: Chris Hemsworth, Cate Blanchett, Tom Hiddleston, Mark Ruffalo, Tessa Thompson, Jeff Goldblum, Idris Elba, Karl Urban, Anthony Hopkins
Superhéroes. Sci-Fi.  




Resulta inesperado que la mejor secuela de los Guardianes de la Galaxia este año no sea su propia película, sino Thor Ragnarok. Excesiva, irreverente, colorida, y algo vintage, la tercera entrega de Thor es sin duda una buena comedia, pero no creo que sea un gran filme de superhéroes. Las risas son consistentes y abundantes, pero la acción se siente insípida, repetitiva y poco trascendente. Vaya sorpresa.


Thor continúa su misión (iniciada en una fuente (?) manantial (?) agua de Avengers 2) por buscar las Infinity Stones y detener el Ragnarok, AKA el apocalipsis nórdico. Sin embargo, con la llegada de Hela (Cate Blanchett), la diosa de la muerte y su súbita expulsión a Sakaar, el Dios del Trueno tendrá mucho a qué enfrentarse para salvar a su gente. Por ejemplo, pelear contra Hulk (Mark Ruffalo), descubrir las intenciones de su hermano adoptado, Loki (Tom Hiddleston no vuelvas a desaparecer tantos años) o reclutar a una ex-Valkiria ebria (Tessa Thompson, la mejor inclusión al grupo).


Es un gusto que el director Taika Waititi haya ignorado las entregas anteriores y decida explotar lo ridículo y excesivo del Universo Thor. Su decisión de liberar a sus actores a sus caprichos es acertada e hilarante. A pesar de su físico, el fuerte de Chris Hemsworth siempre ha sido la comedia. La química de frenemies entre Thor y Hulk/Banner ha sido una joya desde su primera aparición juntos y aquí evoluciona a la perfección (Mark Ruffalo es de esos actores que eleva a todos sus compañeros).  Hiddles sigue siendo encantador como Loki. Jeff Goldblum (como el líder de Sakaar) es Jeff Goldblum. Y Cate Blanchett puede hacerlo todo y aquí se divierte a lo grande.




Si tan solo hubiera algo como un arco de personaje o crecimiento o lo que sea para Thor (y no, ganar nuevos poderes, corte de cabello, o accesorios no cuenta). Su aprendizaje más grande es un literal deus-ex-machina (Odin --Anthony Hopkins-- dios de dioses, se manifiesta desde su muerte). Thor es un héroe (y se llama a sí mismo héroe) motivado a hacer lo correcto desde el principio… y eso es lo que hace y está bien y ¿ya?


O sea, no soy de los que espera una exploración de personaje profunda en una película de Marvel, pero es preocupante que la comedia pareció drenar cualquier sentimiento de la historia. Los momentos ‘personales’ se sienten obligatorios, y no parte integral de lo que mueve la película; como la ira de Hela con Odin o el acercamiento de Thor y Loki. Cuando llega la hora de la acción (que aparte es un festival de CGI muy pobre) no podría importarnos menos lo que ocurre. Es vistoso y divertido, pero jamás emocionante, porque no hay emociones.

Es triste que Thor Ragnarok, a pesar de ser tan chistosa y entretenida, sea una experiencia tan vacía. Es, al mismo tiempo, una muestra de lo mejor y lo peor que puede ocurrir en una franquicia grande que empieza a agotarse y sentirse repetitiva tras casi 10 años. Ojalá sea un punto crítico que enseñe a la industria la importancia de revitalizar material con estilo, pero sin perder de vista a los personajes y su crecimiento.

Fake news. This clip is fake news.