lunes, 21 de septiembre de 2015

Hagen y Yo

★★★ ½


(Fehér isten - Dios blanco)
Hungría: 2014, 121 min.
Clasificación: B
Director:  Kornél Mudruczó
Guión:  Kornél Mudruczó, Viktória Petrányi, Kata Wéber
Con: Zsófia Psotta, Sándor Zsóter, Lili Horváth, Szabolcs Thuróczy, Luke y Body.
Drama.



Hagen y Yo es una película conmovedora y agobiante, llena de giros inesperados y sorpresas. Es una fantasía digna de los Hermanos Grimm, que empieza como Beethoven, pasa por Hachiko, Slumdog Millionaire y Amores Perros, para luego terminar en una especie de The Birds. Es una reflexión alegórica sobre los abusos de poder del ser humano y su efecto en los oprimidos.
Lili (Zsófia Psotta) se muda a casa de su padre (Sándor Zsóter), Daniel, por un tiempo. Consigo trae a Hagen (interpretado por los perros Luke y Body), el perro con quien parece tener una mejor relación que con sus papás. Para dificultar más la situación, la presencia del animal les trae problemas con con los vecinos, con la orquesta de Lili y con control animal. En un ataque de enojo, Daniel abandona al perro en la calle, sin escuchar las protestas de su hija.  
Así inicia la travesía de Hagen por sobrevivir al hostil mundo callejero. Tendrá que escapar de los perreros (en una persecución digna de James Bond o Jason Bourne), sobrevivir a fuertes abusos de vendedores y criminales, e incluso enfrentarse en peleas con otros perros. Después de una hora, el dulce Hagen ha cambiado para siempre. Mientras, Lili encara sus propios problemas: no sólo quiere recuperar a su mascota, sino que desafía a sus injustas figuras de autoridad (como su papá o su director de orquesta).  


Una de las virtudes de Hagen y Yo es que explora el tema central con ambos protagonistas. Los abusos de poder no ocurren sólo con otras especies, sino también entre humanos. Sin embargo, la historia de Lili es menos interesante, pues resulta una tradicional (y algo forzada) coming-of-age story (aunque Zsófia Psotta brinda una magnífica actuación). En cambio, Hagen es indiscutiblemente la estrella. Su arco dramático es intenso y emotivo; y los actores caninos, Luke y Body, son brillantes: realmente se puede ver odio, dolor, confusión o felicidad reflejado en sus rostros. Merecen al menos la nominación al Oscar. En serio.
Este es un gran trabajo del director Mundruczó. Es capaz de encontrar y ensamblar diferentes momentos con los animales y usarlos para enriquecer emocionalmente la película. Su punto es claro y se atreve a empujar la historia más allá, mezclando géneros y desafiando nuestras expectativas. Esto a veces lo hace caer en algunas exageraciones pero ninguna demasiado preocupante. Hagen y Yo es un excelente filme que apela a nuestra humanidad y demanda nuestro más profunda empatía.

And the Oscar goes to.... 

Lo Mejor: Memorable secuencia inicial. Ritmo ágil. Desafía las expectativas. Poderosas imágenes. Persuasivo sentido de la moral. Luke y Body dan la mejor actuación de 2015 hasta ahora.


Lo Peor: La representación de los abusos de poder humanos llega a ser exagerada. Algunos momentos de la historia amenazan con romper nuestra suspensión de la incredulidad. A veces abusa de la shaky cam.

Paréntesis: La película rompió el récord de más perros usados en pantalla: 274. Ninguno de los animales fue generado por computadora.


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