★★★
(Misión Rescate)
USA: 2015, 141 min.
Clasificación: B
Director: Ridley Scott
Guión: Drew Goddard
Con: Matt Damon, Jessica Chastain, Jeff Daniels, Chiwetel Ejiofor, Kristen Wiig, Michael Peña, Sean Bean, Kate Mara, Sebastian Stan, Askel Hennie, Mackenzie Davies.
Ciencia Ficción. Aventura.
The Martian es ciencia ficción hollywoodense en su máximo esplendor: impresionante, ligera, e inesperadamente cómica; sin jamás perder de vista la seriedad de sus temas centrales. Incluso los que ya leyeron el libro (o lo acabaron un día antes del estreno en la noche) podrán pasar un rato emocionante y tenso. La película venera la ciencia y la creatividad, y enseña la importancia de una actitud proactiva en la resolución de problemas: todo puede salir mal, pero todo tiene solución.
Durante una misión a Marte, Mark Watney (Matt Damon) es creído muerto en una tormenta y abandonado (accidentalmente, claro) por su tripulación. Vivo y completamente solo, Mark deberá recurrir a su ingenio y unas pocas provisiones para sobrevivir a la hostilidad del planeta deshabitado. Matt Damon interpreta el papel protagonista con mucho carisma y magnetismo. Llena a Watney de un agradable sentido del humor, y de una fuerza vital impresionante. Siempre es agradable verlo en pantalla, aunque no tenga nada más que una bitácora en video con quién interactuar (un recurso ‘fácil’ pero bastante funcional).
No obstante, Damon aparece menos de lo que dan a entender los trailers. También hay historias paralelas en la Tierra --del equipo de la NASA que busca desesperadamente una forma de rescatarlo cuando descubren la verdad--, y en el Espacio --de su antigua tripulación--. El guionista, Drew Goddard, mantiene el ritmo siempre ágil e intercala eficazmente las varias líneas argumentativas para disparar la tensión.
De hecho, estas historias llegan a ser incluso más agobiantes que la de Marte. Esto se debe al magnífico trabajo de todo el reparto (quiero destacar a Jeff Daniels, Michael Peña y la siempre excelente Jessica Chastain). Pero también a que Watney no parece enfrentarse a demasiados (enfatizo: demasiados) problemas. Casi todo le sale bien a la primera. Además --y esto viene desde el libro-- varias de las soluciones aparecen como por arte de magia, deus-ex-machina en su máxima expresión.
Bah. De hecho, el director Ridley Scott prefiere centrarse en los aspectos psicológicos que en todo el espectáculo. Sus efectos visuales siempre están al servicio de la historia y no llaman la atención en sí mismos. Al final, no importan tanto los obstáculos en sí, ni siquiera el planeta mismo, sino cómo reaccionan los personajes a la adversidad. Este enfoque es mucho más interesante que meter a la fuerza cualquier escena de acción. Ni siquiera hacen falta: ya hay mucha intensidad en pantalla.
Es un alivio comprobar que Scott no ha enloquecido planeando secuelas de Prometheus. De hecho, nos recuerda que la ciencia ficción es su especialidad (Alien, Blade Runner). También es muy grato descubrir que también tiene un lado light y relajado. Y admiro mucho el mensaje que comparte en The Martian: siempre se van a presentar problemas, pero tú puedes trabajar para solucionarlos en vez de resignarte a ellos. Si saliendo del cine no tienen ganas de unirse a la NASA, o de menos, empezar a arreglar todo lo que está mal en tu cuarto, han fracasado en la vida.
Lo Mejor: Matt Damon. El conjunto del reparto da una gran interpretación. Buenos efectos visuales en servicio de la historia. Gran mensaje a favor de la proactividad. Gran inicio. El fotógrafo Dariusz Wolski hace de Marte todo un personaje.
Lo Peor: Pierde fuerza dramática porque no le pone suficientes obstáculos a Watney, y no da suficiente énfasis a su creatividad y resistencia mental. El científico de Donald Glover está algo fuera de tono. El recurso de hablar solo (o a una pantalla) siempre me ha parecido una solución fácil.
Paréntesis: Nunca duden del poder del gaffer / cinta de aislar. Como bien dice Watney en la novela: “Duct tape is magic and should be worshiped.”
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