jueves, 2 de febrero de 2017

Moonlight

★★★★


(Luz de luna)
USA: 2016, 111 min.
Clasificación: B15
Director: Barry Jenkins
Guión: Barry Jenkins
Con: Mahershala Ali, Naomie Harris, Alex Hibbert, Andre Holland, Jharrel Jerome, Janelle Monáe, Trevante Rhodes, Ashton Sanders.
Drama.


La verdad, creo que es el mejor poster del año.


Moonlight es un acto de empatía. Es una película exquisita que se narra a través de pequeños gestos y miradas, donde los silencios dicen más que las palabras. El guionista y director Barry Jenkins hace una obra de arte llena de cariño y respeto. La historia y sus personajes son dolorosamente reales, sin embargo, Jenkins los envuelve en una atmósfera casi onírica, lo que hace más fascinante seguir las tristes situaciones. El resultado es un filme único que invita a conectar con quienes vemos en pantalla, a pesar de sus imperfecciones y a pesar de lo distantes que sean de nosotros.

En realidad, Moonlight es un tríptico: dividida en tres partes, examina la vida de Chirion (Alex Hibbert, Ashton Sanders y Trevante Rhodes en una magnífica interpretación compartida), un joven afroamericano pobre y posiblemente homosexual, en tres momentos definitivos de su vida: niñez, adolescencia y adultez. Lo importante en la película es observar el proceso de autoaceptación de Chirion, la forma en que se va construyendo a sí mismo con los años, la manera en que se relaciona con los demás, y cómo, en el fondo, sus mejores y peores cualidades siguen siendo parte de él.


Muchos personajes aparecen a lo largo de los tres capítulos, otros no. En ese sentido, Moonlight capta con gran realismo el paso del tiempo: alguien importante para nosotros en un momento puede dejarnos, nuevas personas aparecen, otras se hacen más cercanas, y de otras nos alejamos. A pesar de ello, el reparto entero es milagroso. Todas las interpretaciones son honestas y genuinas; nadie parece estar actuando. Es por esto que muchas escenas son tan conmovedoras (eso no quiere decir ‘dramáticas’). Me cuesta trabajo destacar a alguien, aunque me gustaría señalar a Naomie Harris, como la madre drogadicta de Chirion, que consigue que la odiemos al tiempo que sentimos lástima por ella en cada escena.

Creo que este no el tipo de película que despierta grandes pasiones, ni la más técnicamente compleja (aprovecho esto para destacar la magnífica música de Nicholas Britell -que evoca melancolía y conflicto a través de sonidos de cuerdas ligeramente distorsionados-, así como una sensible edición de Joi McMillon y Nat Sanders). No obstante, creo que Moonlight consigue algo mucho más difícil: conectar. Nos invita a observar sin juzgar, y nos hace aceptar y entender a unos personajes que luchan por hacer justo eso: aceptarse y entenderse a sí mismos.



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