martes, 31 de octubre de 2017

Coco

★★★½


USA: 2017, 109 min.
Clasificación: A
Director: Lee Unkrich, Adrian Molina
Con Doblaje De: Luis Ángel Jaramillo, Gael García Bernal, Angélica Vale, Marco Antonio Solís, Anglica Mara, Elena Poniatowska, Alfonso Arau.
Guión: Adrián Molina, Matthew Aldrich (guión e historia). Lee Unkrich, Jason Katz (historia).
Animada. Fantasía. Comedia.



Coco es una obra llena de respeto y cariño hacia México. Pertenece al Pixar Clásico (Inside Out, Wall-E, Up) y no al comercial (Buscando a Dory, Cars 3). Es entretenida, inteligente, y --si conocen al director Lee Unkrich (Toy Story 3)-- posiblemente te hará llorar. Aprovecha la mitología alrededor del Día de Muertos para crear un universo creativo, lleno de detalles que nos serán familiares y queridos (elotes, chanclazos, churros, abuelitas atascándote de comida, millones de pétalos de cempasúchil y más).

Es un retrato de la familia mexicana (cariñosa, leal y unida, a veces al punto de la asfixia), pero, sobre todo, es la historia de Miguel Rivera (en español, Luis Ángel Jaramillo) y su sueño de convertirse en músico a pesar de la oposición del resto de los Rivera. Cuando Miguel termina en el mundo de los muertos, tendrá que encontrar a su ídolo --el cantante Ernesto de la Cruz (Marco Antonio Solís)-- y evadir a su difunta Mamá Imelda (Angélica Vale) --la matriarca que prohibió la música en la familia-- para poder salir. En su camino, contará con la ayuda de Héctor (Gael García Bernal), que espera volver a ver a su hija ese Día de Muertos.

Aunque la trama no fluye de forma tan limpia como en otras películas de Pixar (muchos momentos son bastante predecibles), todos los personajes de Coco son encantadores y siempre nos importa qué pasa con ellos. Miguel, por ejemplo, es de los mejores niños que he visto en una película: inocente sin ser tonto, energético sin ser irritante, inteligente de forma creíble. También, adoro el impacto y fuerza de las matriarcas, como la Abuela (Angélica María) y Mamá Imelda. Es algo muy mexicano que nutre orgánicamente a la historia.


La música es una parte muy integral de Coco (uff con el número de La llorona) y está compuesta con estilo. El score de Michael Giacchino acompaña perfectamente todas las acciones, con energía y  sentimiento. Su uso de guitarras, trompetas, acordeones, percusiones y marimbas le da un excelente toque mexicano. Las canciones parecen salidas del Cine de Oro y, en español, las voces de Luis Ángel Jaramillo y Marco Antonio Solís encajan a la perfección con el mood. Y, si son de los que detestan Let it Go, sus compositores (Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez) se redimen con la emotiva Recuérdame (nomás no escuchen la versión de Miguel y Lafourcade).


Disfruté mucho de Coco: es una buena película, con un gran impacto emocional. Me parece que para las audiencias mexicanas resultará particularmente especial. El equipo de Pixar representa nuestras tradiciones de forma cariñosa y cuidadosa. Vale la pena aguantarse Frozen 1.5 para verla. #TeamUnPocoLocoPorCoco.


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