★★★★
(En primera plana)
USA: 2015, 127 min.
Clasificación: B
Director: Tom McCarthy
Guión: Tom McCarthy, Josh Singer
Con: Michael Keaton, Mark Ruffalo, Rachel McAdams, Liev Schreiber, John Slattery, Brian D’Arcy James, Stanley Tucci, Billy Crudup.
Drama Periodístico.
A veces, menos es más. Ese es el caso de Spotlight, que sigue al equipo de periodistas del Boston Globe que descubrió alarmantes verdades sobre la iglesia católica. El director y guionista Tom McCarthy se enfoca exclusivamente en el proceso periodístico, evitando dramatizar los hechos, y alejándose de presentar melodramaticamente la vida privada de sus personajes. El resultado es una película fascinante, inesperadamente tensa (casi detectivesca), que, además, funciona como recordatorio sobre la importancia de las investigaciones periodísticas.
En 2001, cuando un nuevo editor (Liev Schreiber, brillantemente contenido) llega al Globe, encarga una investigación detallada sobre las acusaciones de un abogado (Stanley Tucci) hacia la Iglesia Católica de Massachussets por ocultar unos cargos de violación a menores. El equipo encargado es el ‘Spotlight’, un grupo selecto compuesto por Walter ‘Robby’ Robinson (Michael Keaton, que evoca años de experiencia periodística con gracia), Mike Rezendes (Mark Ruffalo), Sacha Pfeiffer (Rachel McAdams) y Matt Carroll (Brian D’Arcy James). Las investigaciones los llevarán a verdades inesperadas y alarmantes, pero este grupo de periodistas están determinados en contar la verdad.
El reparto entero es magnífico. Es una verdadera película de ensamble, en la que todos aportan más como conjunto que como individuos. Ruffalo y McAdams están nominados al Oscar, pero sus roles no están diseñados para robar cámara y no son mejor que los de sus compañeros. De hecho, todos los elementos son considerablemente matizados y poco llamativos; coexisten completamente en función de la historia. La magnífica fotografía de Masanobu Takayanagi está llena de tonos blancos y grises, y opta por movimientos controlados. La edición de Tom McArdle no se apura en cortar cada nueva línea de diálogo, pero ofrece un gran ritmo a cada escena. Y temas de Howard Shore, más que aportar melodías memorables, conforman una atmósfera muy armónica.
Realmente, todo el peso de la película cae en la historia real y en la forma en que los periodistas llegaron a la verdad. Por suerte el guión siempre mantiene un gran momentum y es capaz explicar todo el desarrollo de la investigación sin perdernos. Además, recuerda el lado humano de sus personajes sin necesidad inventarles exageradas subtramas personales, como un intento desesperado para hacernos empatizar con ellos.
McCarthy ha hecho una excelente película que, si bien no generará pasiones u odios intensos, sí alcanzará un consenso general muy positivo, tan sólo por la excelencia de su realización. Cada uno de los elementos está en en el lugar correcto, y aunque no tienen grandes pretensiones artísticas o dramáticas, tampoco las necesita. Muchas veces, menos es más.
Lo Mejor: Consistentemente bien hecha. Magnífico trabajo de un reparto perfectamente bien ensamblado. Poderosa historia bien tratada. Casi no hay clichés de biopic. El buen periodismo sigue vivo… al menos en el cine.
Lo Peor: Pues… nada, realmente. No me pondré payaso rebuscando detallitos.
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