lunes, 19 de febrero de 2018

Black Panther

★★★

Pantera Negra
USA: 2018, 135 min.
Clasificación: B
Director: Ryan Coogler
Guión: Ryan Coogler, Joe Robert Cole
Con: Chadwick Boseman, Lupita Nyong’o, Michael B. Jordan, Danai Gurira, Letitia Wright, Martin Freeman, Daniel Kaluuya, Forest Whitaker, Angela Bassett, Andy Serkis.
Acción. Superhéroes.





Black Panther es la película más divertida de Marvel desde la original Guardianes de la Galaxia y la más emocionante desde Capitán América 2 (ambas hace 4 años). El guionista/director Ryan Coogler aprovecha al máximo la fórmula para enfocarse en el ascenso del rey T’Challa (Chadwick Boseman), la nueva ‘Pantera Negra’ de Wakanda. Al mismo tiempo, aborda temas raciales, políticos, y familiares; mientras aboga por la diversidad mediante el ejemplo.

Ésta no sólo es la primera vez en que el protagonista de una película de superhéroes es negro. También, es la primera vez que la mayoría de sus amigos, aliados y camaradas son mujeres. Danai Gurira es una fuerza de la naturaleza como Okoye, la general y la mejor guerrera de Wakanda. Lupita Nyong’o mantiene una hermosa mezcla de empatía y coraje como Nakia, la ex de T’Challa, que es una espía internacional. Letitia Wright roba todas sus escenas en el rol de Shuri, la hermana del rey, que desarrolla toda su tecnología. Juntas apoyarán a Pantera Negra a capturar al ladrón de vibranio Ulysses Klaue (Andy Serkis, pura diversión), quien recibe ayuda de Erik Killmonger (Michael B. Jordan), un sujeto peligroso con un secreto pasado.


Una película de superhéroes no es un terreno fértil para grandes actuaciones, sin embargo, todo el reparto es consistentemente encantador. En particular Chadwick Boseman hace un gran trabajo al imprimir un toque de dolor y melancolía en T’Challa. Su dilma entre apoyar a quienes necesitan ayuda o proteger a su pueblo, y la culpa que siente por tomar el lugar de su padre por no haber podido salvarlo, resuenan con más fuerza gracias a él. También ayuda que Coogler se haya alejado del tradicional villano-que-quiere-destruir-al-mundo-sólo-porque-sí. En vez de eso, da a Killmonger una motivación creíble y temáticamente opuesta a los ideales de Pantera Negra: quiere empoderar a los oprimidos para que ellos destruyan o ataquen a sus opresores. El resultado es un verdadero conflicto entre dos personajes, no una batalla predeterminada.

A pesar de todos los poderes de Coogler, el verdadero MVP de Black Panther es su equipo de diseño. La construcción de Wakanda es inmersivo y fascinante. En particular los vestuarios de Ruth E. Carter son gloriosos: diferencian las tribus, distinguen orígenes y clases sociales, destacan las personalidades de sus personajes, combinan diseños africanos con moda contemporánea, son atractivos sin perder su funcionalidad… wow. Los sets y decorados de Hannah Baechler son interesantes, aunque, tristemente, nunca terminan de convencer por un pésimo trabajo de efectos visuales. De hecho, los efectos demeritan increíblemente a toda la película: sus acabados parecen de videojuegos de hace 15 años, la falta de leyes de gravedad cuando un personaje arroja a otro rompe por completo con la visceralidad del director, y la composición de elementos reales y digitales es inverosímil. Una lástima. Por suerte la música de Ludwig Göransson (parte hip-hop, parte Rey León), mantiene la sensación épica cuando los efectos fallan.


Creo que Black Panther no llega al nivel de obra maestra del cine de acción, como muchos críticos han mencionado. Sin duda es entretenimiento de primera, pero su propuesta no es tan trascendente (The Dark Knight Trilogy) u original (Logan). Más bien, creo que es una confirmación indiscutible del “milagro” que ocurría con Wonder Woman el año pasado: la diversidad detrás y enfrente de cámaras es buena; la gente quiere verse representada en pantalla; las minorías pueden ser fuertes y quieren historias que no traten sobre ser minorías. Superhéroes trans, presidentes mujeres, romances asexuales, modelos a seguir gay, hombres débiles; así es el mundo en el que vivimos. Si aún no están preparados para un cambio de esta magnitud, Hollywood, entonces les tengo otra sugerencia: la próxima vez que quieran una buena película, contraten buenos guionistas/directores (sin fijarse en su raza, género, o sexualidad), y despidan a Zack Syder de una vez. 

FAV. Directo a mi Top 10 escenas de 2018.


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