viernes, 27 de marzo de 2015

Divergent

★★


USA: 2014, 140 min.
Clasificación: B
Director:  Neil Burger
Guión:  Vanessa Taylor, Evan Daugherty
Con: Shailene Woodley, Kate Winslet, Theo James, Miles Teller, Ansel Elgort
Young Adult. Acción. Aventura.




Tantas cosas pudieron haber salido bien en Divergent. La película no es mala, pero el medio del cine no le hace justicia a la novela. Muchos fans del libro estarán encantados: casi todas las escenas que aman están intactas. Si eso es lo que querían, entonces no hay ningún problema. Sin embargo, si buscaban conflicto y riqueza emocional, entonces se llevarán la misma decepción que yo.
        La premisa, aunque extraña, es bastante prometedora: Chicago del futuro está dividida en cinco distritos facciones: Abnegación, Osadía, Erudición, Cordialidad y Verdad (¿no odian lo falso que se oyen los nombres en español?). Todos los jóvenes, al cumplir 16 años, tendrán que decidir dónde quedarse. Las simulaciones cerebrales previas a la selección están diseñadas para probarlos, e indicarles a dónde pertenecen (aunque, se les recuerda, la decisión final es únicamente suya).
Beatrice (Shailene Woodley), de Distrito 12 Abnegación, se encuentra en un gran problema cuando sus resultados son no conclusivos. Es una Divergente. Pertenece a todos y a ningún lado. Y eso, obviamente, es malo. Los de su tipo parecen ser una amenaza. La líder de Erudición, Jeannine Matthews (Kate Winslet, temiblemente fría y cerebral), está particularmente interesada en hacerlos desaparecer.
        Insegura, Beatrice decide unirse a Osadía. Mala idea. Para quedarse, los iniciados deberán superar arduas pruebas físicas y mentales. Los que las pasen se quedarán. Los otros… no tan buena suerte.  Gran parte de la película gira en torno a (Bea)Tris (nueva facción, nuevo nombre), sus esfuerzos para triunfar, la ayuda que recibe de su instructor, Cuatro, (Theo James), las exigencias psicópatas de su líder, Eric (Jai Courtney), y las rivalidades con sus compañeros iniciados.


        Ahí está el problema. Tris no es Rocky. Esta no es una historia de entrenamiento e iniciación. El libro original (por Veronica Roth) era una historia sobre cómo debemos aceptarnos a nosotros mismos. El conflicto de Tris no era pasar las pruebas; sino tener que renunciar a partes de ella con tal de pertenecer a un grupo. Pero esto es Divergente, no Iniciación. La película respeta el nombre, no la riqueza del conflicto. (El inmenso anticlímax del final se debe a este sutil cambio en la narrativa).
Culpemos al director, Neil Burger, que prefiere quedarse dentro de los estándares de la fórmula adolescente. Renuncia el riesgo de darnos, al fin, una película cerebral para adolescentes (Catching Fire es lo más cerca que hemos tenido). Poco le ayuda la falta de química entre sus protagonistas. Considero a Shailene Woodley una de las mejores actrices jóvenes (es perfecta en The Descendants (2011) de Alexander Payne), pero este rol no era para ella: Tris es aquí muñeca de acción, no una chica lista (si no se hubiera ido a Erudición duh). Woodley es excelente transmitiendo ideas y emociones, pero golpear, saltar y huir de disparos no se ve tan bien en ella. Su compañero, Theo James cumple con los requerimientos de Cuatro sin ningún problema (es fuerte, atractivo y rudo); pero es incapaz de conectar con Woodley (esto hace todo más incómodo). Es una pena, considerando lo buenos que son.  La misma frase podría decirse de la película en general.


Lo Mejor: Kate Winslet. Gran inicio y planteamiento. El diseño de Chicago del futuro es excelente.

Lo Peor: Renuncia a la profundidad emocional por acción adolescente. Falta de química de sus protagonistas. Soundtrack muy fuera de lugar. Intenta desesperadamente ser Hunger Games.


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