★★★★
USA: 2014, 119 min.
Clasificación: B15
Director: Alejandro González Iñárritu
Guión: Alejandro G. Iñárritu, Nicolás Giacobone, Alexander Dinelaris, Armando Bo.
Con: Michael Keaton, Emma Stone, Edward Norton, Zach Galifianakis, Naomi Watts, Andrea Riseborough.
Comedia
Películas como Birdman son la razón por la que me encanta el cine. Divertida, inteligente, compleja y asombrosa, Birdman es pura magia cinematográfica, llena de momentos milagrosos que te hacen pensar "¿cómo rayos hicieron esto?"
Riggan Thompson (Michael Keaton) es un actor de que intenta revivir su carrera. Llegó a la fama interpretando a un superhéroe, Birdman, y muchos años (y toda una carrera) después, el público lo sigue recordando como tal. Riggan, en cambio, está decidido a dejar esa imagen atrás y demostrar(se) que es más que una superestrella del cine. Su plan es dirigir y protagonizar su propia adaptación de la obra De qué hablamos cuando hablamos de sobre amor en Broadway.
Las cosas, sin embargo, no serán tan fáciles. Los críticos esperan (ansiosamente (?)) un desastre. Está endeudado en todas partes y ha arriesgado todo lo que tiene. Aparte, siente la responsabilidad de cuidar a su problemática hija (Emma Stone), recién salida de rehabilitación. Lo mejor que se le ocurre es contratarla como su asistente para pasar más tiempo con ella. Eso es paternidad.
Además su elenco está lleno de personas difíciles, como Mike Shiner (Edward Norton) un actor ideal para los críticos, pero no tanto para los actores, pues acostumbra a pelear con todos en el escenario. También está Lesley (Naomi Watts), ansiosa por cumplir su sueño de ser una actriz importante, y Laura (Andrea Riseborough), la amante de Riggan que sospecha estar embarazada. No es sorpresa que su amigo y productor, Jake (Zach Galifianakis), sea incapaz de mantener el control de todo.
Riggan debe mantenerse a flote si quiere triunfar como un actor serio, pero resulta particularmente difícil, más porque el recuerdo de Birdman lo persigue -literalmente a veces- todo el tiempo. Está al borde de la histeria. Lo único que quiere es seguir siendo relevante en el mundo, trascender haciendo algo que ama. ¿Y quién no?
Birdman, más que una simple sátira sobre la industria del teatro (aunque también sea excelente en esta área), es un detallado análisis de la psique de Riggan. Trasciende todo el espectáculo de su vistosa realización, porque trata temas universales, como la necesidad de aprobación y el deseo de ser importantes para alguien. Esto resulta particularmente relevante el día de hoy, que la viralidad y el internet nos han vuelto esclavos de los likes, retweets, comments o reblogs.
Ahora, con esto no quiero decir que su espectáculo sea innecesario. Todo lo contrario: Birdman es gloriosa, cada parte está bien integrada. La película es una especie de monólogo interno de Riggan. Cada uno de sus elementos está diseñado para dar su perspectiva, su visión, o su imaginación de las cosas. Nada es lo que es realmente y no tendría por qué serlo.
Mucho se ha dicho del milagroso trabajo de fotografía de Emmanuel Lubezki, que (con ayuda de los técnicos de edición) presenta toda la película como si fuera una sola toma. Pero hay otros elementos menos aplaudidos e igual de fantásticos, como el diseño sonoro, que sustituye los oídos de Riggan y presenta el mundo conforme él lo escucha (¿se imaginan la lata de perseguir a los actores con el micrófono junto con la cámara?); la música, improvisada con batería, que sitúa al espectador en el frenesí de su mente; y los estrechos sets que capturan al personaje como una prisión.
Y también están los actores, que se entregan en cuerpo y alma. Michael Keaton es Birdman. Se apropia de cada uno de los sentimientos y locuras mentales del personaje y triunfa balanceando lo cómico y lo dramático. Edward Norton hace la mejor parodia de Edward Norton que uno podría esperar. Emma Stone sorprende con una matizada actuación, llena de enojo, fuerza, compasión y cariño. Zach Galifianakis, Naomi Watts, Andrea Riseborough y todos los demás jamás palidecen, y son igualmente divertidos.
Es raro encontrar películas tan arriesgadas y diferentes como esta. No sólo por ser técnicamente magnífica, sino por la exhaustiva y original forma en que explora la psique de su protagonista. Birdman define y habita la sociedad actual (irónica, obsesionada con redes sociales, desesperada por originalidad), y al mismo tiempo, habla de sentimientos atemporales y universales. Aún tengo mucho que decir sobre ella, pero, por ahora, sólo diré que es la mejor película del año.
Lo Mejor: González Iñárritu orquesta todos los elementos a la perfección. Magnífico reparto. Positivamente desquiciante. Divertida. El cargado estilo raras veces supera a la historia.
Lo Peor: Algunos personajes desaparecen un poco hacia el final. No es para los gustos de todos.
Paréntesis: Amo la forma en que Lubezki ilumina los grandes ojos de Emma Stone. La luz suave que usa en muchos de sus close ups es digna de estrellas de los 30’s-40’s.
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