domingo, 1 de febrero de 2015

Children of Men

★★★★
USA, UK: 2006, 109 min
Clasificación B15
Director: Alfonso Cuarón
Guión: Alfonso Cuarón, Timothy J. Sexton, David Arata, Mark Fergus
Con: Clive Owen, Julianne Moore, Michael Caine
Thriller. Ciencia ficción. Drama.
El año es 2027. Los países están en guerra, las ciudades sufren de ataques terroristas. La humanidad ha dejado de procrear. Han pasado 18 años desde el último nacimiento. Nadie sabe qué ha causado esta infertilidad, pero la humanidad está llegando a su fin. Londres, la única ciudad que no ha caído en la anarquía absoluta, es una ruina. Hay bombardeos y secuestros diarios; los inmigrantes son aprehendidos en jaulas a la mitad de la calle; el gobierno ha iniciado un programa de suicidio responsable. Es un mundo deprimente y desalentador, el de Children of Men. Es también de las mejores películas en años.
Tal vez su fortaleza más grande sea la intensidad y realismo de todo lo que está en pantalla. Es ciencia ficción, pero no podemos evitar sentir que ese es un escenario factible. ¿La creciente violencia de nuestros tiempos va  a evolucionar de esta forma? ¿Sobreviviría la civilidad si fueran los últimos años de existencia? Al inicio de la película, Theo Faron (Clive Owen) está en un café. Su cara refleja desprecio y apatía mientras ordena. De pronto una bomba estalla. Theo se salva por segundos. Su agacha, tiembla, intenta protegerse desesperadamente. El terror y peligro están ahí todo el tiempo.
Días después, Theo es secuestrado por su expareja, Julian (Julianne Moore), y su banda de terroristas. Quieren que consiga papeles falsos para una joven inmigrante, Kee (Clare-Hope Ashitey). Debe navegar fuera del país y buscar refugio en el idílico, casi paradisiaco “Proyecto Humano”. Nadie sabe si existe, pero la idea da esperanza a la gente. Theo tiene influencias y, según Julian, es la única persona de confianza que queda en el mundo. Es de vital importancia (para la humanidad) que Kee esté a salvo. El porqué, casi todos lo sabrán, pero yo me niego a contarlo aquí. La película sigue el viaje de Theo y Kee hacia la costa, con las muchas complicaciones que surgen.
Lo brillante en la dirección de Cuarón es su decisión de mantenerse como un fiel observador de la decadencia humana. No le interesa resolver el conflicto de la infertilidad (ni siquiera le da una explicación) porque ese no es el conflicto.  Es la gente, su comportamiento y su insaciable lucha lo que realmente observa. Su película es una advertencia tangible y relevante, no una alegoría. Todo está diseñado para lucir genuino. Su Londres, destruido, sucio y deteriorado parece casi una locación (recuerda a las imágenes de la ciudad durante las Guerras Mundiales). La fotografía, desaturada y repleta de grises es el complemento perfecto. Se favorecen, además, los planos secuencia y los cortes espaciados; todo se desenvuelve como si fuera en tiempo real.  Filmada a la perfección por Emmanuel Lubezki, la acción de la película, lenta, violenta y con pocos efectos, es más sorprendente que cualquier intento de Hollywood.
Children of Men es arte de primer nivel; un modelo a seguir para cualquier película de suspenso, ciencia ficción, o drama. Cuarón imprime una fuerza y dolor que golpean a su audiencia sin piedad. Es poderosa, deprimente e inolvidable. Una de mis películas preferidas de todos los tiempos.
PROS: Una dirección poderosa y valiente. El diseño de arte es sutil pero muy eficiente al evocar un futuro destrozado. Lubezki. Actuaciones sólidas de todo el reparto.


CONTRAS: Algunos critican la falta de desarrollo de personajes.






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