martes, 17 de febrero de 2015

Selma

★★★ ½


USA: 2014, 128 min.
Clasificación: B
Director:  Ava DuVernay
Guión:  Paul Webb.
Con: David Oyelowo, Carmen Ejogo, Tom Wilkinson, Tim Roth, Oprah Winfrey
Drama. Biopic. Histórico.



Dos cosas resultan claras cuando vemos Selma. 1) A pesar de caer en ocacionales exageraciones, hay, al menos, un momento que logre conmover de forma genuina a cualquiera que se considere humano. 2) La hasthag promocional, #SelmaIsNow, es completamente cierto: la lucha por justicia, igualdad y libertad que mueve a muchos grupos oprimidos no se ha terminado.
Ava DuVernay dirige con ira y fuerza este biopic de Martin Luther King (Jr.). Más que intentar abordar toda su vida, el guionista Paul Webb escoge desarrollar -más detenidamente y para gran riqueza dramática- un solo evento: su lucha por asegurar la igualdad en el derecho a voto entre negros y blancos en Alabama, USA.
Después de ser ignorado por el presidente L.B. Johnson (Tom Wilkinson) que considera su propuesta "poco relevante", King (David Oyelowo) decide llevarla al escenario nacional. Para ello, incita un movimiento en el intolerante y racista pueblo de Selma, Alabama. Su intención es manifestarse pacíficamente y llamar la atención de los medios, para aparecer en todas las primeras planas y noticieros del país.
King no se equivocaba: recibió todos los encabezados que quería, mas no por los motivos deseados. Todas sus manifestaciones fueron atacadas y detenidas violentamente por la ley del estado. Un chico cae asesinado. El racista gobernador, George Wallace (Tim Roth, haciendo maravillas con sus pocos minutos), no interviene más que para para empoderar a los opresores. Selma es un caos. King debe actuar para detener la violencia sin ceder en su lucha por el derecho a voto, pero su movimiento pacifista parece destinado a perder.


Selma es una magnífica película sobre la resiliencia humana. Es sobre gente dispuesta a todo (o al menos eso es lo que piensa) para apoyar la causa que consideran correcta. Afortunadamente, Webb evita caer en la tentación de idealizar a los héroes de la historia. Y aunque sí sataniza a sus oponentes, es porque el único ideal en Selma es la lucha contra la opresión.
Es la magnitud y dignidad de esta lucha lo que hace de la película algo asombroso. Todos queremos llegar a la gloria final. Ava DuVernay es respetuosa y honesta en su forma de abordar la historia. A veces puede exagerar o sobreexplotar un par de momentos (algunas cámaras lenta sobran de vez en cuando), pero siempre la mueve el sincero deseo por denunciar la injusticia, y, de paso, darnos un fuerte golpe en el corazón.
Afortunadamente, DuVernay nivela el drama excesivo con actuaciones internalizadas y sutiles, que apuntan a un conflicto aún más explosivo dentro de sus personajes. Nadie mejor en esto que David Oyelowo. Todos sabemos que  Martin Luther King era un gran orador, y los discursos que da Oyelowo son electrizantes. Pero es en los momentos más callados en los que realmente luce, haciendo brillar todas las inseguridades de este gran hombre.
Donde DuVernay falla un poco, no obstante, es en algunas decisiones técnicas. Los tonos del fotógrafo Bradford Young son correctos para la historia, pero algunos de sus encuadres distraen: a veces esquina a King u otros personajes sin razón aparente; otras, corta líneas de mirada (particularmente molesto en una conversación en prisión entre King y su esposa). El editor Spencer Averick nunca encuentra un ritmo sensible para las escenas más calladas. Y la elección de algunas piezas instrumentales se siente forzada (en oposición al excelente uso de canciones).
A pesar de esto, Selma es un éxito. Su triunfo es trascender la pantalla y apoderarse de su espectador. Uno termina conmovido y enfadado, no sólo por la historia de King, sino porque podemos identificar la injusticia en nuestro propio entorno. #SelmaIsNow.


Lo Mejor: Excelente reparto encabezado por Oyelowo. Llena de momentos poderosos y conmovedores. Relevante socialmente.


Lo Peor: Pierde el ritmo en el segundo acto. Se disfruta más con conocimiento de la historia de EUA; asume que todos sabemos quién es quién. Decisiones de de cámara y edición que distraen.

Paréntesis: TODA la sala se quedó a ver los créditos hasta que terminó  la canción de John Legend y Common, Glory. Así de poderosa es.


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